El próximo 13 de diciembre presentamos en Huelva la obra Más de medio siglo, memorias y anécdotas de caza, de Francisco García González.
PRÓLOGO
Fue una de las muchas mañanas en las que solíamos pasear por la playa de Punta Umbría en el verano de 2016, y en las que entre muchas otras conversaciones, ¿y cómo no? salía el tema de la caza. Mantener con Paco una conversación sin incidir en estas cuestiones es como decir que el mar no tiene mareas; pues bien, durante una de estas charlas me anunciaba que tenía el deseo de recopilar un montón de anécdotas acompañadas de fotografías, para publicarlas en un libro, ya que disponía de bastante material fotográfico relacionado con las mismas y que deseaba que yo fuera quien le escribiera el prólogo de dicho libro.
No me podía negar a tal solicitud y máxime cuando se trataba de uno de mis mejores amigos, compañero de éxitos y fracasos en muchas cacerías a lo largo de los casi cincuenta años que hace que nos conocemos, así como de la gran amistad y cariño que he disfrutado siempre de su esposa e hijas.
Yo ya tuve ocasión de leer algunos de sus artículos que años pasados publicó en revistas del sector cinegético, pero nunca pensé que a lo largo de sus años de cazador fuera capaz de ir recogiendo en simples notas de campo los acontecimientos de cada una de sus cacerías y además documentarlas con un buena cosecha de fotografías. Toda esta cuestión me fue aclarada cuando en octubre de ese mismo año 2016 recibí un borrador de su primera anécdota con el fin de que la leyera y le diera mi opinión; a este primer relato fueron siguiendo otros muchos hasta llegar a estas fechas, octubre 2018, cuando me decía que ya tenía terminado el borrador del libro y que me lo enviaba para ver qué me parecía.
Mi amigo Paco, conocido cariñosamente en Huelva por Paco Himasur, nombre de uno de sus muy exitosos negocios, autor de este libro, de fácil lectura, ha querido perpetuar sus vivencias, cualquier lector del mismo podrá darse cuenta que le ha puesto, a lo largo de sus narraciones, toda la afición y pasión que siente por el mundo de la caza. Yo que he cazado con él, como decía anteriormente, en numerosas ocasiones y conociendo cómo se porta en los distintos lances, diría que hasta se nota a lo largo de sus escritos la tensión y nervios que sufre en el momento cumbre de estos, así como en el momento de describir las situaciones de los mismos.
Paco es un hombre de los que podríamos decir, sin lugar a ningún tipo de dudas, que se ha forjado a sí mismo, tanto en lo profesional como en su gran pasión, la caza. Se inició en ella cuando contaba quince años por tierras de la sierra de Huelva, consiguiendo sus primeros éxitos en la caza menor y mayor. Dado el trabajo que ejercía por entonces como pesador oficial de cochinos en montanera con romana, y en representación de una gran firma ganadera, se fue haciendo de una serie de amistades y conocimientos, los cuales le sirvieron para introducirse en los ambientes del mundo de la caza.
He tenido la satisfacción de compartir con él numerosas cacerías, pues prácticamente recién llegado yo a Huelva por razones profesionales contacté con él allá por el año 1975. Compartimos en primer lugar cotos de caza menor tales como Alcaiz del Pozo, Pajaritos, Cuerpo de Oro, El Saucito, El Almendro, Maja del Valle, etc., todos en la provincia de Huelva, y ya metidos en materia de caza mayor y con motivo de la constitución del Club de Monteros de Huelva en el año 1981, del que fue su primer tesorero, y miembro del comité organizador de la primera Exposición de Trofeos de Caza Mayor de Huelva, mantuvimos una estrecha amistad monteando juntos por toda la provincia de Huelva, Córdoba, Sevilla y alguna otra. En cuanto a recechos también hemos pasado estupendas jornadas tras los corzos, cabras, gamos y venados por Asturias, Sevilla, Huelva, León, Granada e incluso saliendo tras los corzos en Hungría.
Actualmente forma parte de un nuevo club de caza mayor denominado Club Deportivo Monteros de Huelva, en el que ha tenido cargos de relevancia, siendo muy querido por el grupo de amigos que lo forman. He tenido la ocasión de asistir con él a varias monterías de las que organizan y he podido comprobar que es el “alma máter” del grupo por su capacidad de organización, control de las cuentas, ocurrencias, etc. La caza que practica con este grupo es la montería, también lo hace con algunas otras organizaciones a las que yo le he acompañado, pues él siempre me ha tratado como un hermano en estas cuestiones. En mi caso ya no lo acompaño tanto puesto que he decidido regresar a mis “cuarteles de invierno”.
Tras las patirrojas y demás caza menuda, Paco es incansable, siempre le ha gustado ir con los perros, pues lo prefiere antes que estar de puertas, jamás le he escuchado que estaba cansado y entre los amigos y compañeros de cacería decíamos que parecía que tenía un motor en cada pierna, ya que en muchas ocasiones llegaba a las piezas heridas o abatidas antes que los perros.
En los recechos de montaña me han llegado a decir los guardas que nos acompañaban que jamás habían conocido a una persona mejor preparada físicamente y con tanta afición, aparte de otras cualidades como su tenacidad para la ejecución de un lance, no dándose nunca por vencido ante las adversidades, aprovechándose de la magnífica vista y oído que en tiempos pasados tenía. Una de las cosas que más me llama la atención de él, es la facilidad que tiene para ver desde muy lejos y sin necesidad de prismáticos, tanto una perdiz como un ciervo.
Profesionalmente, en el año 2005, contando con cincuenta y siete años, se retiró de los negocios pese a sus éxitos profesionales en sus empresas, momento que supo escoger ya que enseguida llegó la temida crisis. En más de una ocasión me comentaba que en lo referente a él, el momento era como si le hubiera tocado la lotería, al haberse retirado a tiempo.