El Centro Cultural José Luis García Palacios de la Fundación Caja Rural del Sur ha acogido la presentación del libro «La mirada compasiva: Itinerario espiritual con Murillo por la iglesia de la Caridad de Sevilla» del periodista sevillano Javier Rubio.
La obra recoge un itinerario espiritual por los cuadros que Bartolomé Esteban Murillo pintó para la iglesia de San Jorge de la hermandad de la Santa Caridad. Tal y como ha explicado el autor, se trata de unas meditaciones que realizó en la nueva Parroquia de San Juan Pablo II de Montequinto en Sevilla cuyo párroco, D. Adrián Ríos, ha estado presente en la presentación.
Con el patrocinio de Caja Rural del Sur, el libro se ha destinado a fines benéficos ya que lo obtenido de su venta será donado a la Hermandad de la Santa Caridad cuyo Hermano Mayor, Eduardo Ybarra, también ha estado presente en el acto.
Así, el periodista realiza en esta publicación una “peregrinación de palabra por sus lienzos y lo que significa, como una catequesis itinerante en torno a las siete obras corporales de misericordia que la hermandad quiso que vistieran las paredes del templo como las páginas de un catecismo abierto a todo el mundo”.
A lo largo de la única nave de la iglesia de San Jorge de la hermandad de la Santa Caridad se disponen seis cuadros con escenas bíblicas del Antiguo y el Nuevo Testamento completados con el retablo del altar mayor en el que se exhorta a los fieles a enterrar a los muertos con el propio entierro de Cristo, descendido de la cruz, obra escultórica de Pedro Roldán con pinturas de Valdés Leal y Murillo.
El libro cuenta con el prólogo del presidente de la Fundación Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, quien destaca “la visión global” que realiza en el mismo el autor “de la excelsa y exclusiva obra de Murillo que La Santa Caridad ha custodiado y mantenido para la humanidad, para el engrandecimiento artístico y para mayor orgullo de Sevilla. Hay que reconocer que la visión del autor, Javier Rubio, ha sido especialmente sensible con el mensaje de cada una de las obras”.
Destaca además García-Palacios Álvarez en el prólogo “la espiritualidad que emana de cada uno de los cuadros, poniendo todo acento posible en la evocación de los valores cristianos, como son la humildad, el perdón, la compasión o la entrega absoluta a los demás, que se brindan rotundamente a la vista del espectador por medio de gestos imperceptibles, en rincones del lienzo o en trazos magistrales de la propia pintura, con una excelencia tal que podremos disfrutarlas aún más si las observamos con un una guía tan precisa y reflexiva como la que pone a disposición el autor”.
