El escritor y abogado, Juan Carlos Girauta, ha presentado su último ensayo ‘Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos’ en un acto impulsado por ‘Huelva Información’ y Caja Rural del Sur. La presentación del libro tuvo lugar en la sede de la Fundación en Huelva.
El concepto de hegemonía cultural vertebra el coloquio ofrecido este martes por el abogado y escritor Juan Carlos Girauta, en el marco de la presentación, de la mano de Grupo Joly y Fundación Caja Rural del Sur, de su último ensayo Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos. Un concepto sobre el que se apoya Girauta para alertar contra “las actuales formas de manipulación sentimental e ideológica”.
El presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, tuvo al inicio del acto unas palabras para Girauta y su obra, la cual, señalaba, “puedo decir que es imposible de parar de leer”. En este sentido, aseguraba que el ensayo encierra “muchas de las cosas que pensamos interiormente y que no decimos”, siendo un “buen guion para orientar a los jóvenes para que constituyan sus cimientos morales, sentimentales y éticos”. Para García-Palacios Álvarez la lectura de la obra “nos hará ser conscientes de que lo peor es quedarse parado y que lo mejor es abrirnos y transmitir lo que pensamos“. Es, en palabras del presidente de Caja Rural del Sur, un título que “permitirá construir una sociedad mejor y afianzar valores”.
Ante ello, Pie en pared trabaja en la confección de un “gran contradiscurso académicamente sólido” que dispute la hegemonía anteriormente citada. Sin embargo, apunta de Quinto, “no nos queremos quedar en la parte teórica, sino bajar a los contenidos” y ello se traduce en la preparación de documentales, piezas para televisión o piezas para redes que impacten de forma real en la sociedad. El encuentro fue moderado por Javier Ronchel, director de Huelva Información.
Juan Carlos Girauta pone el acento en cómo la izquierda se ha apoderado de la hegemonía cultural. Para ello rescata las tesis de Gramsci, un filósofo que “desarrolló un gran hallazgo que iba a funcionar: lo importante es hacerse con la referida hegemonía” o, lo que es lo mismo, “apostar por aquellos sectores desde donde se hace la cultura”, véase la danza, la televisión, una productora de cine o la propia escuela. Girauta lanza así un mensaje de alerta a la derecha, pues “no se da cuenta de que sus adversarios tienen la hegemonía cultural y no están dispuestos a abandonarla”.
De hecho, la hegemonía de la izquierda “ha calado tanto en la cultura que ha impregnado a la sociedad de sus valores”, expone el escritor. Para ello ponía algunos ejemplos sustraídos de las series de televisión, “que acostumbran a caricaturizar a personajes con ánimo de infundir estas ideas de izquierda”.
El abogado catalán considera que la derecha se ha desentendido de la guerra cultural y que, por ello, no cree en el discurso. “Es desolador que la derecha piense que lo importante es gestionar bien la economía”, afirma, al tiempo que se pregunta por qué la derecha va a rastras en materia de valores, “interiorizando así premisas a las que en un principio se resiste”.
Precisamente, sobre esa guerra cultural se pronuncia Girauta, quien insiste en que su objetivo no es que la hegemonía cultural cambie de bando y se traslade a la derecha. “Persigo que tengamos libertad y que, simplemente, por abrir un debate no te cancelen”. Todo ello bajo la premisa de que queden preservados los principios que cimentan la democracia liberal, los cuales cree “desvirtuados”. Estos son la igualdad, la libertad de expresión o el respeto a la esfera privada.
Otro de los términos empleados habitualmente por Girauta este martes en Huelva y con el que advierte de la hegemonía cultural de la izquierda es “woke“, traducido al español como “desperté”. Para el autor de Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos es un “peligro” para la democracia liberal por ser “antagónico y literario”. El mismo, que nace en Estados Unidos en los años cuarenta, hace referencia a estar alerta ante la discriminación e injusticia racial o social. Comúnmente forman parte de este movimiento cultural los jóvenes que simpatizan con el feminismo, el ecologismo o el antirracismo.
Es en este punto cuando Juan Carlos Girauta habla de la “transformación” de una izquierda que “promueve la censura, la cancelación cultural o la coacción ambiental”, una juventud formada para “no soportar opiniones contrarias, que interpreta como violencia”. Rescata así el ejemplo de los espacios seguros, “un entorno que se ha ido haciendo habitual, sobre todo, en universidades de Estados Unidos al que se iban los ofendidos por un discurso”. Es, de esta manera, un espacio de protección de cualquier experiencia negativa susceptible de provocar malestar, una solución que Girauta no encuentra útil “porque impide la confrontación y el intercambio de ideas opuestas”.
Con este trasfondo de una guerra cultural en España, que pasa por un momento de angustia, Girauta elabora su obra, dirigida, “especialmente, a los jóvenes con el objetivo de que no se encierren en un pensamiento único. Es una carta dirigida a ellos”, sostiene. Para el autor el peligro “más inmediato” son las generaciones que vienen de “mediocres” y “eso hay que pararlo”, apunta. “Hay que dirigirse al joven, pues es más fácil que cambie”. Y una de las soluciones que plantea Juan Carlos Girauta es acabar con el mito de que los autores clásicos no pueden leerse hasta una cierta edad. “El hombre que ha leído a los clásicos -Homero, Dostoievski, Shakespeare, Dante…- “va muy seguro por la vida porque ha estado en contacto con lo más sublime de la civilización”.
Juan Carlos Girauta alerta así de una democracia que “se radicaliza y en la que se buscan antagonistas continuamente fruto de las ideas que entraña la hegemonía cultural de la que goza la izquierda”. Y es ahí donde el escritor y la asociación Pie en pared plantean una batalla cultural que abogue por el intercambio de ideas.