Trabajos de Joan Miró, Manuel Ángeles Ortiz, Gerardo Rueda, Colita, Elena Asins, Miguel Ángel Campano, Alberto García-Alix, Sigfrido Martín Begué, y Miquel Navarro, entre otros, son los que recoge la exposición “El embrujo de las ciudades” que se puede visitar hasta el 27 de noviembre en la sala de exposiciones de la Fundación Caja Rural del Sur en Huelva.
La proliferación y desarrollo de grandes urbes en el curso del siglo XX era un hecho previsible a la vista del carácter gregario de la especie humana y su gusto por crear núcleos de población cada vez mayores, conscientes de que la prosperidad y el progreso estaban directamente relacionados con ese afán de replicar los vínculos familiares en los de vecindad hasta crear esas metrópolis en la que todos los individuos que la forman terminan por estar interrelacionados, de forma más o menos visibles, y tener conciencia de ello convirtiendo a las ciudades en verdaderas réplicas de la multicelular anatomía humana.
Ese gusto por las grandes aglomeraciones urbanas –ya sean costeras por su carácter comercial o de interior por razones políticas y de defensa– que está despoblando y dejando en el olvido a muchos de los antiguos pueblos en los que se desarrolló la vida a lo largo de los pasados siglos, alimentando a su vez a esas ciudades emergentes, ha provocado todo un abanico de posibilidades de creación artística en torno a ellas: La ciudad –ya sea como referente real o pura metáfora incluso de sí misma– adquiere un creciente protagonismo en el desarrollo de las distintas artes, en paralelo con el empuje de la civilización que ha ido imponiendo y diversificando su creciente poder de seducción.
De esa manera, la presencia de las ciudades en el arte ha pasado de un mero elemento escenográfico, formando parte del paisaje de fondo, a tener una presencia capital en las obras de muchos pintores, fotógrafos y poetas españoles de las últimas décadas, que han incorporado a su iconografía la ciudad en todas sus variantes, desde lo sublime a lo suburbial, porque “la gran ciudad es el habitat natural del hombre moderno” según aventuró el poeta Jaime Gil de Biedma.
Los artistas presentes en esta exposición responden a un espectro generacional y geográfico muy amplio –Jesús Arribas, Colita, Alberto García-Alix, Luis Jurado, Julio Juste, Roberto González Fernández, Ceesepe, Joaquín de Molina, Javier Porto, Nacho Canut, Luis Mayo, Joaquín Peña-Toro, Bob Smith, y Joao Ribeiro, entre otros–, buena parte de las obras que los representan se abren a otras latitudes a través de imágenes de sus ciudades o de los iconos que las representan.
Para hermanar la cultura de élite y la de calle, esta exposición sobre El embrujo de las ciudades también incorpora otras aportaciones para su difusión a través de múltiples, libros y otros soportes gráficos.