Emilio Ponce, director de la Fundación Caja Rural del Sur, ofrece, en una entrevista concedida a los periódicos del Grupo Joly en Andalucía, las claves del Plan Estratégico 2019-2021 de esta institución, así como de los nuevos retos de la Fundación, además de repasar los principales hitos de los 16 años de historia de su historia.
Desde su incorporación como responsable comercial de oficina hasta su actual reto como Director de la Fundación Caja Rural del Sur, cargo que ocupa desde febrero de 2018, Emilio Ponce Tornero lleva más de 25 años, media vida, ligado a una entidad que ha pasado recientemente por el “duro golpe” de perder a su fundador, José Luis García Palacios. Con el ánimo de continuar su legado a través de la Fundación que creó y que ahora lidera su hijo, José Luis García-Palacios Álvarez, Ponce encara el nuevo plan estratégico de la institución que dirige y que la llevará, a lo largo de los próximos tres años, hacia una mayor eficiencia, con la vista puesta en el fomento y el desarrollo del cooperativismo y el asociacionismo agrario y, por supuesto, en la cultura y las actuaciones sociales.
Emilio Ponce ofrece en esta entrevista algunas de las claves de ese Plan Estratégico 2019-2021 y de los nuevos retos de la Fundación, y hace balance de lo que han dado de sí los 16 años de historia de la institución.
–La Fundación Caja Rural del Sur, una entidad que nació hace ya 16 años, acaba de vivir uno de sus momentos probablemente más difíciles con la pérdida de su alma máter, José Luis García Palacios ¿Cómo cree que se puede seguir manteniendo el espíritu de aquella iniciativa, la razón y los objetivos por los que surgió esta Fundación?
-Efectivamente, el repentino fallecimiento de nuestro Presidente, Don José Luis García Palacios, ha supuesto un duro golpe para todos y en todos los ámbitos de la sociedad, no en vano uno de sus principales proyectos de vida fue la Caja Rural del Sur y su Fundación. José Luis García Palacios fue además una persona que tuvo la gran y épica proeza de demostrar que se puede liderar de manera eficiente desde la bondad, cosa que nos ha permitido crecer mejor como personas y profesionales.
Afortunadamente, nos queda un gran disco duro en nuestras retinas que contiene grandes dosis de estrategia, de valores y de ética, y ponerlo en valor es la mejor manera de hacer sostenible ese espíritu que recoge toda su obra.
–¿Cuál es el balance de estos años en cuanto al cumplimiento de aquella idea por la que surgió la Fundación Caja Rural del Sur?
-La Fundación CRSur nace con la idea de canalizar todas aquellas actuaciones que son de carácter no financiero que anteriormente realizaba la Caja Rural del Sur, principalmente las culturales, las sociales y las relativas al desarrollo del sector agrario, en el que nos proponemos principalmente la mejora de la calidad de vida y la modernización de este sector, con el fin último de mejorar la renta del agricultor. Para nosotros, el resultado en estos años es satisfactorio, pero la verdadera percepción es la que mana de las personas y organizaciones que son receptoras de las actuaciones que iniciamos, y en este sentido podemos apreciar cómo, en los diferentes ámbitos y segmentos a los que nos dirigimos, mantenemos una relación sostenible en el tiempo y apreciamos resultados crecientes.
–¿Cómo ha evolucionado la Fundación desde entonces?
-Como todo en la vida, la evolución de la propia sociedad nos va marcando la dirección que coger en cada momento, y tenemos que hacer gala siempre de esa necesaria capacidad de adaptación con el fin de optimizar los recursos de la manera más eficiente. En lo que respecta a nosotros, los fines sociales a los que nos debemos marcan nuestro rumbo. En las actividades culturales, la renovación y la inclusión de nuevas actuaciones marcan la diferencia, y en las sociales, que son cambiantes pero en menor medida, quizá la evolución venga de la mano de la diversificación y de la aparición de nuevos operadores.
–¿Cómo ve el futuro de la Fundación y su proceso de continuar con su consolidación entre la sociedad civil andaluza?
-Antes hablábamos de la evolución, y aquí me gustaría hacer especial énfasis en esa capacidad de adaptación, y para esa consolidación vamos a poner en marcha nuestro plan estratégico que se llevará a cabo en el periodo 2019 al 2021 con el fin de hacer más eficientes los recursos y actuaciones de la Fundación. Tenemos como una de las premisas principales, -además de la cultura y las actuaciones sociales, así como las dirigidas al desarrollo del entorno local y de las pymes-, el fomento y el desarrollo del cooperativismo y asociacionismo agrario, en donde llevamos continuamente a cabo actuaciones formativas y de desarrollo de personas con el fin de mejorar su empleabilidad y el conocimiento en labores de gestión y de buen gobierno. Y es algo que, con independencia que nuestra sede principal esté en Huelva, llevamos a cabo igualmente en el resto de provincias en las que tenemos ámbito de actuación, como Sevilla, Cádiz, Córdoba y Málaga.
–La entidad ha destacado durante mucho tiempo por el apoyo y la difusión de la cultura iberoamericana, a través de la pintura, sus tradiciones o su música. ¿Cuáles son las actividades que más destacaría de la Fundación, además de la cultural, y cuál va a ser el camino a seguir en estos ámbitos?
-Efectivamente, con independencia de nuestra labor en pos de la difusión de la cultura, con nuestro Otoño Cultural Iberoamericano, con las exposiciones que llevamos a cabo a lo largo del año, con el apoyo a la importante tradición taurina de nuestra tierra, con los ciclos de músicas del mundo y lírico, con las conferencias divulgativas y formativas… me gustaría destacar nuestra relación con la Universidad, a través de las diferentes cátedras que tenemos como la Cátedra de la Empresa Familiar Caja Rural del Sur – Universidad de Huelva, o la de Joyería con la Universidad de Córdoba.Igualmente destacaría, y como consecuencia de los cambios que se vienen produciendo en el modelo de negocio del sector, los programas que estamos llevando a cabo de alfabetización digital, los cuales están favoreciendo el acceso a las nuevas tecnologías a aquellas personas de determinadas zonas que tienen mayores dificultades en esta área.
–¿De qué manera se conjuga el carácter filantrópico de una institución como la Fundación Caja Rural del Sur con la consecución de un cierto retorno para la entidad financiera a la que está ligada?
-Siempre me gusta decir que la filantropía no ha de estar reñida con el ánimo de lucro, y con esto quiero decir que, en una Fundación el ánimo de lucro no ha de venir de obtener beneficios sino de optimizar adecuadamente los recursos que el fundador pone a nuestra disposición para llegar al mayor número de personas y organizaciones, y para que estos recursos sean además sostenibles en el tiempo. Eso es ánimo de lucro a mi entender. Si hacemos una actividad cultural, podemos obtener un doble resultado si la ligamos a una actividad social, poniéndole un precio para hacerla, por ejemplo, a beneficio de una organización del tercer sector, hacia una ONG; porque a veces las personas pensamos y percibimos que, lo que nada cuesta, nada vale.
Igualmente, si llevamos a cabo acciones encaminadas al desarrollo del sector agrario, de las pymes, buscamos su mejora y desarrollo, eso redundará sin duda en que su anillo de crecimiento se expanda, y por ende el de la economía en general.